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05.05.2012

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Esto tambien demuestra el Amor - Que  tu novia en vez de reclamarte por querer ser un gamer, te sonria
y JUEGE contigo!... Eso no tiene precio :) asi que nunca la dejes ir,
pues ella TE AMA!
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FURIA... - Ese sentimiento que nos surge, cuando intentan lastimar a alguien que amamos.
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Amor sin Ataduras... - Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux, que una vez llegaron
hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro
Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube
Azul, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la
tribu...

Nos amamos... empezó el joven

Y nos vamos a casar... dijo ella.

Y nos queremos tanto que tenemos miedo, queremos un hechizo, un
conjuro, o un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar
siempre juntos, que nos asegure que estaremos uno al lado del otro
hasta encontrar la muerte.

Por favor, repitieron, ¿hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes, tan
enamorados y tan anhelantes esperando su palabra...

Hay algo,-dijo el viejo- pero no sé... es una tarea muy difícil y
sacrificada.

Nube Azul... -dijo el brujo- ¿ves el monte al norte de nuestra aldea?
Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos,
deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo
atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de
luna llena. ¿Comprendiste?

Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo- deberás escalar la montaña del
trueno. Cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas
las águilas, y solamente con tus manos y una red, deberás atraparla
sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá
Nube Azul. ¡Salgan ahora!

Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron a cumplir la
misión encomendada, ella hacia el norte y él hacia el sur.

El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes
esperaban con las bolsas que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas.

Eran verdaderamente hermosos ejemplares.

Y ahora ¿qué haremos?, -preguntó el joven- ¿los mataremos y
beberemos el honor de su sangre?

No, dijo el viejo.

¿Los cocinaremos y comeremos su carne?, propuso la joven.

No, repitió el viejo. Harán lo que les digo: tomen las aves y
átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero. Cuando las
hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres...

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los
pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo
consiguieron revolcarse por el piso. Unos minutos después, irritadas
por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta
lastimarse.

Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como
un águila y un halcón. Si se atan el uno al otro, aunque lo hagan
por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o
temprano, empezarán a lastimarse el uno al otro.

Si quieren que el amor perdure... vuelen juntos, pero jamás atados.
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Tu interior... - Dejando a un lado tu bello exterior,  tu forma de ser es lo mejor;
pero palabras no puedo usar, ya que ninguna es suficiente para
describir tu personalidad, MÁGICA y REAL, que me haces vivir la misma
felicidad... con solo tus Ojos en mi dirección mirar
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Una bella Historia sobre el Amor - Un famoso maestro, se encontró frente a un grupo de jóvenes que
estaban en contra del matrimonio. 

Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero
sustento de las parejas, y que es preferible acabar con la relación,
cuando ésta se apaga, en lugar de entrar en la hueca monotonía del
matrimonio. 

El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo
siguiente: 

Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana, mi mamá bajaba
las escaleras para prepararle a papá el desayuno, sufrió un infarto
y cayó. Mi padre la levantó como pudo y, casi a rastras, la subió a
la camioneta. A toda velocidad, sin respetar semáforos, la condujo
hasta el hospital. 

Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido. 

Durante el sepelio, mi padre no habló; su mirada estaba perdida. Casi
no lloró. 

Esa noche, sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y
nostalgia, recordamos hermosas anécdotas y él pidió a mi hermano,
teólogo, que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi
hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, y de
conjeturas de cómo y dónde estaría ella. 

Mi padre escuchaba con atención. De pronto pidió que lo lleváramos
al cementerio. 

¡Papá!, respondimos, ¡son las 11 de la noche, no podemos ir al
cementerio ahora!. 

Alzó la voz, y con una mirada vidriosa dijo: 

No discutan conmigo, por favor, no discutan con el hombre que acaba
de perder a la que fue su esposa por 55 años. 

Se produjo un momento de respetuoso silencio, no discutimos más.
Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador. Con una linterna
llegamos a la tumba. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus
hijos, que veíamos la escena conmovidos: 

Fueron 55 años... ¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero, si
no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer. 

Hizo una pausa, y se limpió la cara. Ella y yo, estuvimos juntos en
aquella crisis. Cambié de empleo..., continuó. Hicimos el equipaje
cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la
alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno
al lado del otro la partida de los seres queridos, oramos juntos en la
sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos
abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... Hijos,
ahora se ha ido, y estoy contento, ¿saben por qué? 

Porque se fue antes que yo. Ella no tuvo que vivir la agonía y el
dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo
quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me
hubiera gustado que sufriera.... 

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el
rostro empapado en lágrimas. Lo abrazamos, y él nos consoló: Todo
está bien, podemos irnos a casa; ha sido un buen día. 

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor; dista mucho del
romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni con el
sexo, más bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado y,
sobre todo, al verdadero amor que se profesan dos personas realmente
comprometidas. 

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no
pudieron debatirle; ese tipo de amor, era algo que no conocían.
Ojalá algún día puedan encontrar un amor así; y si lo encuentran,
jamás, pero jamás, lo dejen ir...

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La Isla de los Sentimientos - Érase una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos: la
Alegría, la Tristeza y muchos más, incluyendo el Amor.
Un día, se les fue avisando a los moradores, que la isla se iba a
hundir.

Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla, se metieron
en sus barcos y se preparaban a partir, pero el Amor se quedó, porque
se quería quedar un rato más con la isla que tanto amaba, antes de
que se hundiese.

Cuando por fin, estaba ya casi ahogado, el Amor comenzó a pedir
ayuda.

En eso venía la Riqueza y el amor dijo: -¡Riqueza, llévame contigo!
-No puedo, hay mucho oro y plata en mi barco, no tengo espacio para
ti, dijo la riqueza.

El Amor le pidió ayuda a la Vanidad, que también venía pasando:
-¡Vanidad, por favor ayúdame!
-No te puedo ayudar, Amor, tú estás todo mojado y vas a arruinar mi
barco nuevo.

Entonces, el Amor le pidió ayuda a la Tristeza: -¡Tristeza, me dejas
ir contigo!?
-Ay Amor, estoy tan triste que prefiero ir sola.

También pasó la Alegría, pero ella estaba tan alegre que ni oyó al
Amor llamar.

Desesperado, el Amor comenzó a llorar, ahí fue cuando una voz le
llamó: Ven, Amor, yo te llevo. Era un viejito, y el Amor estaba tan
feliz que se le olvidó preguntarle su nombre.

Al llegar a tierra firme, le preguntó a la Sabiduría: Sabiduría,
¿quién es el viejito que me trajo aquí?

La Sabiduría respondió: Es el Tiempo.
¿El Tiempo? Pero, ¿por qué sólo el Tiempo me quiso traer?
La Sabiduría respondió: Porque sólo el Tiempo es capaz de ayudar y
entender al Amor.



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