Las personas no cambian con el tiempo lo
que verdaderamente nos cambia
es la sociedad, con su egoísmo e intolerancia, cambia
a esas personas
con inocencia y luz en su vida para convertirlos en seres
perversos y
oscuros, los monstruos que nunca quisieron ser, los que
querían
evitar, pero no es su culpa la culpa es de ese frágil
hilo llamado
cordura que llegaron a romper ¿Quiénes? Los
monstruos verdaderos a
quienes llaman “personas” pero no son más
que unos invasores y
destructores de esperanza. A esos seres son los que merecen
el
desprecio pero no lo tienen, los que lo tienen son los
inocentes.