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23.04.2011

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GeekVeterano Nivel 3

puntos 41 | votos: 45
Me han contado - que ahora besas con los ojos abiertos, porque si cierras los ojos
parezco yo.
puntos 11 | votos: 11
Él sabía que los príncipes azules no - existían, pero estaba dispuesto a bañarse en pintura por ella.
puntos 78 | votos: 80
Pero lo peor de todo, es que negamos - estar negando.
puntos 76 | votos: 76
Gracias por la aventura. -
puntos 15 | votos: 15
Quiero creer - que existen amantes de la poesía.
Amores posibles e imposibles
con los que soñar cada día.
Fragmentos que me encojan el alma.
Inmensidad de bocetos
entre los que amanecer al alba.
Quiero creer en ti,
porque es lo único ahora mismo
que se va muriendo dentro de mí.
Quiero dejar de pensar
que solo existes en mis sueños.
Quiero entender el por qué
todo parece un mundo de ensueño.
Quiero y a ello me aferro.
Mas no quiero rendirme ante la posibilidad
de que todo sean simples cuentos.
No quiero ser la pringada princesa inocente 
e incapaz de de armarse con una ballesta.
Quiero seguir llevando mi puñal entre los dientes
y ser la portadora de unoos versos en mi propia lengua.
Quiero..
Te quiero a ti, la quiero a ella,
pero nadie quiere unas palabras muertas.

..

puntos 15 | votos: 15
bragas de calzedonia - Náufrago de algún lugar inhóspito, viaja a la oscuridad de su soez
habitación; cierra la puerta y construye su propio universo. No
existe nada ni nadie más que él y su malestar. 
Al cerrar el telón de sus esmeraldas ojos hace desaparecer a todos
los niños perdidos, israelíes repitiendo una mala historia, pobres
sin casa y otros aún más pobres en yates defraudados. 
Su psicólogo le recomendó hacer terapia, la cual él se pasó por el
forro de sus raídos calzoncillos. 

Los ojos esmeraldas quedaron al descubierto dando paso a una vía
láctea aún más inmensa, inmerso en su propia galaxia, observando
estrellas que penden de una tela de araña, a las que le había dado
nombre aunque ahora no lo recordara, demasiadas mezclas (alcohol,
pastillas y de genes). 
Al menos cumple, o eso cree, uno de sus sueños; ser astronauta. 

Volar no es lo suyo y la fuerza de gravedad de su insulsa galaxia no
ayuda a mejorar dicha labor. Los versos se escapan de la prisión de
su conciencia cuando las musas le dan por buen comportamiento el
tercer grado. 
Transforma sus sufridas manos llenas de callos y cicatrices en
magnificentes alas, aquellas que le prestó la más hermosa de las
hadas, su madre. Sólo tiene eso que le recuerde su procedencia, casi
olvidada, como las flores del desierto; un talento prestado. 

Su barca no le lleva a ninguna parte, mar adentro, cada vez más lejos
de la clarificiencia de sus pensamientos. El tiempo pasa aunque no se
va el tiempo pasado, lo intuye porque sus astros de ocho patas se han
alineado con Venus. 

Hoy el eclipse lunar ha sido muy poco espectacular, demasiado corto,
sin las florituras de siempre a las que ya está más que
acostumbrado. 
Su galaxia es demasiado inmersa para hacer un cambio y que se note, al
igual que el repulsivo mundo en el que le obligan a vivir. Donde los
eclipses lunares y las cosas bellas sólo ocurren cada cien años.
puntos 10 | votos: 10
Se teñirá de rojo el cielo - Desearé apagar la visión de lo que creí en su día como cierto.
Retornarán las noches a la orilla de mi cama
implorándome un poco más de energía 
para hacer frente a un nuevo día sin ganas.
Y entre unas sábanas revueltas recordaré de nuevo
el día de la semana en el que vivo,
ignorando como sea esa sensación diaria
en la que realmente me siento muerto y demasiado frío.
puntos 54 | votos: 54
La indiferencia mata por dentro - y no se le dedican tantos poemas como al amor y a la distancia.
puntos 60 | votos: 64
Por esas personas - que son primavera en cualquier estación.
puntos 12 | votos: 30
Hazte comprender correctamente -

puntos 69 | votos: 77
El amor es para valientes. - La necesidad de estar con alguien por miedo a la soledad, es para cobardes.
puntos 15 | votos: 15
Puta primavera - con su alergia a las flores
y a los políticos en precampaña.
puntos 7 | votos: 7
·XIV· - Estaré desde las ocho,
por si me llegas temprano,
para ver si sigues flaco
o si te has vuelto morocho.
·
Estaré desde las ocho,
y desde las siete y las seis,
sobre el mismo banco,
con el mismo rostro
al que pegaste una sonrisa
a las cuatro de la madrugada,
en un mes de esos rotos.
·
Luego a luego estoy desde la cinco,
con esto de que el sol me recuerda a ti
y a tu sonrisa del siglo.
Y, si me pillas, tal vez me veas a las tres,
con un jardín en el bolsillo
y mi vida entera a tus pies.
puntos 15 | votos: 15
* - La mayor parte del tiempo me arrastro 
y malgasto las horas según pasan. Pero no me esperan. 
Voy medio durmiendo. No abro los ojos porque no hay nada nuevo. 
A veces acelero aunque no sé adónde me dirijo. 
Pocas veces merece la pena levantar la cabeza y mirar la carretera.
puntos 5 | votos: 5
Shoez - Solo con ella fue concierto de violín y claxon, y golpes de escoba de
la vecina de al lado, que opinaba que las tres no era hora para
despertar a todos los perros del edificio. 
Después oí decir a un cobarde que un escritor no es escritor hasta
que le ha escrito algo a su madre, y desde entonces vivo atrapado en
la transitividad de unos brazos distintos, nunca suyos, cada noche.
Hay quien afirma que la palabra “rendirse” no está en su
diccionario. Mi problema lingüístico es el pretérito perfecto
simple de andar cogido de tu mano

puntos 9 | votos: 9
Meeriis - Hay un hombre en la playa afilando rayos de luz y cosiendo las olas
del mar a la orilla. Y yo lo veo. Lo veo cortándose en todos los
dedos, veo la sangre bañándose en el mar, veo el mar luchando por
liberarse de su encierro.
Veo niños quebrando acantilados y echándose a temblar. Se avecina
tormenta de arena. La bahía va a estallar. Y el hombre se
sacrificará. Los rayos de luz serán sus clavos y el mar será su
cruz. Y todos estaremos libres de pecado.
puntos 78 | votos: 80
Dicen que ya no queda ningún - lugar donde esconderse, pero no saben que todavía puedo cerrar los ojos.
puntos 12 | votos: 12
XXXV - Siempre me he preguntado:
si la vida es puta,
¿cómo es que me cobra, incluso,
cuando no solicito sus servicios?

Y, además,
siempre he querido saber:
¿qué es lo que pasa
si no me quiero como amiga?
 
Llevo toda la vida empeñada
en buscar algo que, como siempre,
pudo no haber existido nunca.
Pudo no haberme esperado jamás.
 
Supongo que a veces
buscamos un alma gemela
sin recordar que pudimos
solo sobrevivir nosotros.
 
Pese a todo,
sé que, si existo,
es únicamente porque me escribe.
Tiene que existir.

Si no fuese así
preferiría olvidar cómo escribir
a escribir que ya no hay nada.
 
Y si ocurriese, como siempre,
que lo que jamás quise imaginar,
pasa...
 
Espero que se vuelva de todo
menos el típico café
que no me tomo por las mañanas.
puntos 7 | votos: 7
XXXIV - Desearía haberte conocido
cuando era un niño.
Cuando todo ese miedo,
ese condicionamiento
por tantas veces haber fracasado
no estuviese.
 
Desearía haberte conocido
cuando era un niño.
Cuando no importaba el tiempo,
solo las veces que elegías
estar conmigo.

Deseé mil veces haberte conocido
cuando era un niño.
Cuando éramos solo cajas de colores
no tan huecas como imaginábamos.

Ojalá haber deseado conocerte
cuando ya no deseara conocerte
en otro momento mas en el que lo hice.
Con mis miedos, con consecuencias...

... Con todo lo que hizo de mí
lo que tu quieres.
Con todo lo que hizo de ti
lo que yo necesito.
puntos 55 | votos: 57
Quien vive a base de ejemplos - que se conforme con etcéteras.

puntos 10 | votos: 10
Escucha, - si te vas a ir, está bien.
Y sé que hace siete meses prometiste que no lo harías 
mientras yo estaba llorando en tu cuello.
Pero también sé que aveces llueve incluso 
cuando se supone que no debería, 
 y aveces los chicos besan a chicas que no deberían
y que arrancamos flores sólo para verlas morir 
y que las cosas cambian.
Así que entiendo que estés cansado pero, por favor, 
cuando estés empacando todos tus viejas sudaderas y libros;
no olvides llevarte todas tus llamadas a las tres de la madrugada, 
fotografías en donde estamos sonriendo tanto que parece 
como si nunca fuéramos a conocer ese sentimiento en el estómago 
cuando alguien grita ya no te amo.
Llévate cada beso, cada noche que dormiste a mi lado, 
cada poema que te escribí, cada canción que cantaste para mí,
cada yo te amo más, cada escalofrío que sentía en mi piel
cuando estabas cerca a mí.

Nunca tuve miedo de los fantasmas hasta que te fuiste, 
pero ahora te veo en todas partes
 y, Dios, si vas a matarme hazlo rápido porque te veo en todos lados
 y se me hace difícil respirar.
puntos 4 | votos: 4
·VIII-2· - Pudiera ser que un día el sol quiera quemar las flores;
diga «hasta los cojones», les lance miradas frías
y las achicharre como estos deseos
que incendian por dentro mis días,
mi lógica y hasta el viento de la China.
·
Imagínate que un año la lluvia se harta de nosotros
y de nuestras pocas aventuras,
y se dedica a aguarnos las manos
para que resbalemos y no lleguemos
el uno al labio del otro.
Dime tú si no seríamos dos almas perdidas.
·
Piensa que no nos conocemos,
y que nos chocamos en una de nuestras vidas.
Piensa que nos conocemos
y que no querríamos doblar la esquina.
Piensa que no nos vemos,
y reconocemos el aroma del otro en una vía.
Piensa que nos vemos,
y que el cuerpo, con vida propia,
por la emoción se desvía.
puntos 39 | votos: 39
Me dijiste que te ibas - porque fumaba cigarrillos. 
Dejé de fumar por miedo a perderte para siempre.
Fui a tu casa a decirte que había dejado mi mala costumbre.
Te vi presionando tus labios contra alguien nuevo.
Mi camino a casa fue solitario 
y la única cosa que presionaba en mis labios era un cigarrillo.
Supongo que era hora de dejar mi mala costumbre: tú
puntos 12 | votos: 12
Lux. - Al principio no sentí nada cuando te vi la primera vez. Es un cliché
muy romántico, pero fue después cuando te miré y aluciné. El cielo
ya no era tan cielo desde entonces, cielo.
Al principio yo sentía que me dabas la vida. Que si me decían que
escuche mi corazón me acercaba a tu pecho.
Al principio me cagaba en Dios porque poco me importaba la salvación
de mi alma cuando tenía mi cuerpo pegado al tuyo. Eso sí era
religión.
Al principio creía en pequeñas cosas. Y creía que eran importantes,
así que las defendí ciegamente, que es la peor forma de luchar por
algo. O por alguien. O por ti.
Al principio yo no sabía a qué sabían las mentiras, qué querían
decir las lágrimas en ciertos ojos, qué significaban tus palabras
cortas y vacías.

Ahora puedo distinguir entre el dulce y ácido de las mentiras y sé a
qué sabe la rabia.
Ahora sé que me das la vida mientras me la quitas al mismo tiempo.
Ahora sé que me late el corazón por cuenta propia, pero no tiene ni
puta gracia si no puedo sentirlo en el pecho. Ahora sé que no me has
robado el corazón, te lo entregué yo. Sabiendo los riesgos.
Ya no miro al cielo, cielo.

Al principio tenía miedo de perder, ahora sé que he perdido.
puntos 5 | votos: 5
Shoez - Tienen diecinueve él, y ella diecisiete. 
Tiemblan si no se cogen la mano.
 Entiende de violines marinos él, con su guitarra a la espalda; ella,
de maquillaje y peluquería, con la frente llena de granos. 
Repite, ella, la ESO. Otra vez.
A él le gustaría revivir el verano en que acabó la búsqueda. 
Hace solo dos veranos. Hacen el amor diecisiete veces a la semana, 
y follan dos, que a veces hay que ser prosaico. 
Y para prosaico, su decisión de no tener hijos aún bajo el único
argumento de que no hay dinero para mantener a esa familia. 
Les dicen que no les va a salir bien. 
Dicen, pero… Joder.  
Les duelen los labios de amarse.
Una herida en un bocado y la mano sangrando, y se cura con su beso.

Tienen dieciocho ella, y veintiuno él.
 Entiende de llorar en el baño, con la puerta cerrada, ella; él, de
vaciar una botella de más de vez en cuando. 
Trabaja de cajero en el Decathlon él; ella, de peluquera en la
peluquería del barrio.
 Tiemblan a la hora de volver a casa.
 Se evitan dieciséis horas al día, y follan dos, que a ratos se
vuelven nostálgicos. Y para nostálgico, el volver a pasar los fines
de semana con los padres, o ellos al mirar al tiempo en que no se
habían torcido. Hace solo dos veranos. 
Les dicen que les va a salir bien. Dicen, pero… Joder. 
Los polvos no arreglan las peleas.
Una herida en un guantazo, y el labio sangrando, y no se cura.

puntos 6 | votos: 8
Ojos rojos.. - inyectados en sangre, como único testimonio de las caladas, 
los tragos y la rabia contenida.
Un moratón como recuerdo del último novio. Y del anterior. Y del anterior.
Una resaca que anuncia el olvido de la noche previa.
La cama deshecha. Café instantáneo. Un tío en la cama.

Las manos y las bocas se duelen cuando el sexo es un trámite rutinario 
entre el delirio del alcohol y el éxtasis. 
Los vómitos crónicos y algún que otro aborto 
no bastan para acabar con las ganas de acabar con todo. 
Y los cristales duelen, pero el sida no asusta tanto, 
y si un orgasmo puede ser suicidio…
puntos 7 | votos: 7
.Akleduok. - Unos versos pedidos..
Más borrones sin sentido.
Un tiempo que se agota
y unas palabras que caen.. rotas.
El frío ya no congela,
las nieves abrasan las ideas.
El café se está enfriando
y unas lágrimas caen en su intento por calentarlo.
Todo su mundo
se tornó del claro más absurdo.
Y todo el suyo..
del negro más profundo.
Los pétalos de aquella rosa negra
caen a diestro y siniestro.
El agua que la mantenía con vida..
terminó por arrancarle las raíces su agonía.
Caerá de nuevo la noche.
Ya no se escucharán reproches.
Todos se han dormido.
Los latigazos de su propio insomnio..
han destrozado todos sus sentidos.
puntos 8 | votos: 8
Debes llorar lágrimas espantosas, - porque nunca me dejas verlas.
puntos 72 | votos: 74
Cuando vivimos solos aprendemos - que gracias a nuestros padres teníamos mucho más tiempo libre.
puntos 8 | votos: 8
Fue poeta - “Entre salitre y olas besaba el viento su pelo,
y esperaba al barco perdido
en el muelle en que ya no hay veleros”,
y cerraba el cuaderno porque ya no sabía seguir,
y perdía en el océano sus ojos.

Se describía como una persona un poco mirla,
de sábados y lunes, de té amargo sin azúcar
pero de churros con chocolate. Y toda su historia
la escribía en ese cuaderno que solo cerraba
cuando sus musas callaban,
o se perdía el océano en sus ojos
y con la visión nublada no quería manchar las palabras.

No era raro encontrarla en su cuarto a las tres con la lámpara
encendida,
o tomando un café en el bar a la salida de la universidad
contemplando con su mirada de tinta las historias no contadas de la
gente que pasaba por allí.
Y yo me perdí en el océano de sus ojos,
una tarde,
y no supe salir.



Y un día, le dirá a sus hijos
de otro hombre que fue poeta,
y ellos se reirán de ella, y sus ojos
(otra vez) se llenarán de mar.

puntos 9 | votos: 9
XXXIII - Estábamos total,
completa,
absolutamente enamorados
y fue tan total,
completa
 y absolutamente desastroso,
que seguíamos estándolo.
Pero lejos.
 
Y decían que estábamos juntos,
pero no revueltos.
 
Llevaba pegado al corazón:
A palabras necias:
amores sordos,
amantes ciegos
y yo era muda.
 
Quizá tuviera algo que ver.
O nada, yo qué sé.

Pienso que a veces
al único que abarca la soledad
es al que decide no quedarse.
Se lo dije:
Si ojo por ojo,
mi vida por la tuya.
Y es mi última oferta.
 
Y se fue como ignorando
que me llevaba hasta en las ojeras.
Se fue como dejándose la vida atrás,
como ofreciéndola como recompensa
al volver a encontrarle.
puntos 11 | votos: 13
XXXII - Me gustaría poder contarte
que me he vuelto egoísta con quien te ve
y te deja ir. 
Con quien no te lleva en su sangre,
su alma, su vida.
 
Me gustaría poder decir
que te olvidé.
Dibujarte uno de tantos portazos
que diste en mi corazón
al marcharte.
 
Adoraría que pudieses entender
que cada vez que me lees
no te tiro una indirecta.
Que si siempre hablo sobre irse
es porque opino que te estás quedando mucho.
 
Ojalá.
Algo.
Y ya está.
Ojalá todas las cosas del mundo.
Y por cosas, tú. 

Desearía.
Poder contarte que te olvidé.
Que pudieses entender
que te estás quedando demasiado
en mi cabeza.
puntos 10 | votos: 10
N - unca hay que mirar atrás.
O eso dicen los sabios.

Sobretodo si duele (que duele).
O eso dicen las lágrimas.

Tampoco hay que despedirse,
pues esto no tiene porqué acabar.

Repaso las lecciones que jamás he aprendido 
y entre tanto nota y tanto polvo he encontrado
el mayor caos jamás mostrado.

Aunque parezca que no, yo...
Sí. Siempre.
*
Y yo... bajé la vista y caminé con los ojos azucarados.
Después de despedirme.
 Después de mirar atrás.
Y contigo se marcharon las ganas de quedarme.
*
puntos 11 | votos: 11
Nos dimos un verso - y nos metimos en un grave poema.
puntos 14 | votos: 14
Y a quién coño le importaba - quedarse un poco más de tiempo con alguien lleno de soledad.

Era como dejarlo doler. Y dolía.

puntos 13 | votos: 15
Escondida en éste, mi refugio. - Me encotrarás entre un libro y un café.
Perdida.
Hilando sueños y realidades... divagando.
Con tanto sentimiento, como olas hay en la mar.
puntos 15 | votos: 15
Un invierno sin sol - Yo amé, con perdón.

Amé por encima de todas las cosas, que es,
permítanme que les diga,
de la única forma en que se puede amar.

Yo viví
en un cálido regazo del amor,
protegido bajo su techo,
comiendo de su misma mano,
aprendiendo el fuego hasta verlo arder,
hasta quemarnos.
Compartí su sudor
y ascendí en su alegría de peldaño en peldaño.
Es decir: de dos en dos.

¿Sabéis qué?
Yo tampoco creía en la magia hasta que la vi.
A ella.
Irradiándola, desprendiéndola,
 descontrolando el tiempo
y cargándose con un gesto cualquier rutina impuesta,
criando una primavera en cada estación.

Solo querría decirles eso.
Decirles: yo tuve un reino y lo llamé hogar.
Y fue tan inmenso como el más pequeño de los detalles.
Una puta barbaridad.
Así debía de ser mi cuento.

Sin embargo, escribo desde el dolor aquel
en que solíamos gritar que todo acaba mal
porque si no, no acabaría.

Así fue
que todo se llenó de distancia
y de sangre,
todo se ensució de grietas y pudriéndo-
se pasó como una enfermedad
por delante nuestro,
un olvido por encima de nosotros
paseándose
jodiéndonos,
diciéndonos adiós,
a dios reclamadle.

Estas son mis ruinas y esta es mi voz.
Un paseo con vistas a los escombros.
Si veis al amor por ahí, solo decidle que lo siento.
Que el frío se ha hecho ciudad
y yo, solo, he aprendido a quemarme.
Que la poesía pague los destrozos
y su recuerdo sea mi única migaja de calor.
Esta es la historia de un derrumbamiento.
El infierno hecho paisaje.
Mi baile nupcial sobre el lodo.
Un invierno sin sol.
puntos 15 | votos: 17
No creo en Dios, señor, - pero he follado con alguna diosa
puntos 80 | votos: 82
Si es verdad que todas las cosas - se parecen a su dueño, ¿Qué dirá tu ortografía respecto a cómo eres?
puntos 75 | votos: 77
La vida está colgada entre la magia - de ser feliz y el intento de salir ilesos de la búsqueda.

puntos 4 | votos: 8
. - Le llamaban Nick Duermevela, vivía en la estación abandonada. Por el
día dormía y por la noche tocaba la flauta, donde nadie le oía.
Jugaba a las damas contra el reflejo que le devolvía un espejo de
marco dorado, regalo de un antiguo capitán que soñaba con ser
eterno. Así que dime, ¿conocías a Nick Duermevela? A quien nadie
quería, quien lloraba en las vías el día que un tren pasó. Así
que dime, ¿lloraste la muerte de Nick Duermevela?
puntos 15 | votos: 15
Escribo en un papel en blanco - para poder torcerme sin que hasta las paredes me miren con
condescendencia. Y mientras, la ropa sucia se amontona en un rincón
del cuarto y yo repito calzoncillos por cuarto día consecutivo. Es
otro de esos días en lo que internet me aburre, la desidia me puede y
estoy cansado de hacerme pajas. Y si yo soy un triunfador, ¿cómo os
sentís el resto?
Llevo demasiados meses atrapado en esta ciudad en la que nunca crecen
flores. Tampoco puedo esperar más, viviendo bajo la capa de mierda y
mentiras que llamamos sociedad desarrollada. Entiendo que no durmáis
del estrés de no poder mantener a una familia que no llega a fin de
mes. Entiendo que os caséis, porque esta vida sin significado
necesita algún sentido. Y no hay muchas alternativas.
El mejor momento para pasear en diciembre es a las tres de la mañana,
cuando esas luces de colores que se burlan de nosotros ya se han
apagado y el aire frío en la cara me hace sentir algo. Aunque solo
sea frío. Hoy tampoco pondré la lavadora. Solo sé que estoy
desesperado, y me han dicho que las drogas son una buena forma de
escapar de la realidad. Y la realidad es que comparto calle solo con
el camión de la basura. Y no está tan mal, ya que vivo entre los
abismos de la inseguridad de conocer a alguien nuevo mañana y del
vértigo al mirar atrás.
En sueños aún puedo volar, pero el despertador suena a las siete
cada jodida mañana.
puntos 43 | votos: 49
Amor por posesión - es obsesión, amor por soledad es dependencia.
puntos 9 | votos: 9
Cómo preguntar si ya no. - Que por qué no
o por qué mañana tampoco.

Que desde cuando no
y hasta cuando tan poco.

Que si ya nunca
vamos a
o que si alguna vez hemos acaso

Que si siempre casi nunca,
o que si siempre, hasta nunca.
puntos 16 | votos: 18
Escribo tu nombre - en cada uno de mis cigarros,
 esperando que te conviertas en humo como la nicotina y el tabaco.
Pensé que te convertirías en en cenizas y desaparecerías, 
pero luego me di cuenta que habías estado en mis pulmones 
todo este tiempo

puntos 8 | votos: 12
Colores invisibles - Solía ver aquella pared blanca como si de un hermoso cuadro se
tratase. Cada tarde, después de salir del trabajo, se quedaba
observándola totalmente fascinado por lo que sea que hubiera allí.
Un día, llevado por la curiosidad, me escondí entre los arbustos
para estar más cerca, quizás lo que se ocultaba en ella se
encontraba fuera de mi vista, a una altura apropiada para un hombre de
su edad. Después de esperar unas horas, cuando se fue a dormir, me
acerqué silenciosamente y apilé algunas piedras que me permitieron
explorar cada parte de ese misterio. Pero no había absolutamente
nada, ni un dibujo, ni una inscripción, ni siquiera una mancha.
Abandoné la idea y asumí que el hombre estaba loco, al menos por un
buen tiempo. Aunque no entendía cómo podía ser cuerdo en todo lo
demás, excepto al acercarse a esa pared aparentemente vacía. No
podía evitar molestarme al mirarlo por la ventana y pensar que él
veía algo que yo no, como si me lo estuviese ocultando. Tanto fue
así que un día me armé de valor y le pregunté “¿Qué es lo que
ve en ella?” A lo que me contestó que era una pared mágica, y que
podía ver lo que yo quisiera. Pero no conseguí ver nada, por más
esfuerzo que hiciese. Creí que se estaba riendo de mí, aunque sonaba
muy convencido. Volví a mirar más de cerca, concentrándome en cada
detalle. “No veo nada” le dije, y sonrió como si estuviera
esperando esa respuesta. “Es un cuadro precioso si tienes los
colores correctos, poesía inspiradora si te entiendes con las letras,
incluso una hermosa melodía cuando encuentras los acordes que te
gustan. No busques frente a tus ojos lo que no tienes en tu mirada”.
Y dicho eso, entró en la casa.
No sé por qué, pero aquello me molestó enormemente. Lo que sea que
hubiera allí, él no estaba dispuesto a mostrármelo, y quizás yo no
podría verlo nunca. Volví a mi habitación a pensar en lo que me
dijo, que duró apenas unos segundos pero me quitó toda una noche de
sueño. ¿Cómo se encuentra un color? Sus palabras parecían tener
sentido, sin embargo no las entendía. Si no puedo ver nada es que
sencillamente no está ahí, deben ser puros cuentos.
No sé qué habrá sido de aquel hombre, no tengo muchos recuerdos
más de esa época, yo era muy pequeño aún. Lo que sí puedo
contarles es cómo llegué aquí, aunque no les daré tiempo exacto
porque eso ya no significa gran cosa en este lugar. El tiempo nos
limita porque no sabemos cómo utilizarlo. Pero como iba diciendo,
viví mucho tiempo en esa casa, aburrido de a ratos, ocupado en otros.
Como si estuviera programado para realizar una rutina, para
sobrevivir, y cuando se me dejaba libre no sabía qué hacer más que
esperar a que me den otra orden. Un día estaba enojado, por alguna
razón, y comencé a garabatear las paredes de mi habitación. Letras,
figuras, o simplemente manchas de colores, no me importaba, me sentía
frustrado y quería que alguien lo supiera, quería significar algo,
ser más que otro árbol en un bosque silencioso. No me pregunten
cómo, pero en un determinado momento los garabatos adoptaron formas
increíbles, casi como si estuvieran vivos. Vi colores que no
conocía, frases, música… un mundo completamente nuevo. Quizás
encontré algo mío o tomé una realidad compartida por muchos que yo
nunca había visto, realmente no importa, quería ser parte y
continué creando esos mundos. No recuerdo el momento en que me quedé
sin tinta, pero no evitó que los trazos continuaran apareciendo.
Ahora entiendo, o eso creo, lo que significaba esa pared en blanco. El
que estaba en blanco era yo, completamente vacío, tomando por loco a
quien había descubierto lo que yo, muchos años antes. En cuanto a
aquella tarde en mi habitación, en mi antiguo mundo, antes de perder
el aliento observando paredes “en blanco”, lo último que recuerdo
es la voz de ese hombre, del que ni siquiera supe el nombre,
diciéndome que sueñe todo lo que quisiera, pero en susurros, no tan
fuerte como para despertar al mundo que todavía intenta dormir
puntos 12 | votos: 12
Ojalá dos queriéndose - como un escritor y su novela favorita.
puntos 16 | votos: 16
~ - Fuimos un amanecer borracho, y una fiesta nuestra mientras el resto
dormía. Ella desafiaba las olas, y yo pensaba que, joder, dos pasos
adelante y podría ser sirena de pelo mojado. Lo mejor era cuando se
giraba y sonreía. Como tímida.
Fuimos manta y sofá los domingos por la tarde. Fuimos alas y lastre.
Yo tiraba de ella hacia atrás, y ella de mí hacia delante, siempre
subiendo escaleras para besarme sin resuello en lo alto. Ella iba con
su pincel tachando esquelas, y yo me creí un poeta. Idiota. Fui un
poeta idiota. Y aún así, nunca me aprendí la cantidad de
azucarillos que le ponía al café que dejaba enfriarse cuando volvía
a la cama, o si se ponía primero el calcetín derecho o la sonrisa al
despertarse.
Ella fue falda de colores al empezar el invierno, y yo fui llorar en
silencio el día que le robó un trozo al viento y se lo regaló a su
hermana bailando. Fuimos un marzo mojado. Y fui anidando cada noche
más en ella, y quedándome desnudo, y ella fue mi lo siento, pero me
esperan en casa.
Fuimos dioses, y yo ateo cuando dejé de creer en ella, y ella un
naufragio de cartas sin remite en el río de sus ojos, que no
aprendieron a esperar más de cinco minutos entre revolución y
revolución.
Fuimos luz, y manchas de café (su café) en las sábanas. Entonces
descubrí que los periódicos solo traen noticias tristes si los lees,
y no teníamos tiempo que perder. Tampoco fecha de caducidad. Y aunque
no fuimos, estuvimos en París, rompiéndolo a carcajadas. 
Fuimos felices. Tal vez.

Ahora somos dos poemas en la acera, escritos con tiza.
Y está lloviendo.
puntos 16 | votos: 16
Tenía 22 años - y cocinaba, cada noche, para uno. Y cenaba mirando una silla vacía.
	Le decían que tenía buen gusto para la música y malo para los
amigos. Y con esos amigos se preparaba cada noche para salir a beber
unas copas, a alegrarse unas horas con los efectos etílicos, y a ir a
la discoteca a ahogarse en besos y deseos de cariño. Que en la resaca
de la mañana todos los ojos se hubiesen borrado y quedasen solo
condones usados era solo un daño colateral, que no empañaba en nada
el éxito de la noche previa. Y al escuchar a Nach recitando poesía
las heridas solo escocían un poco.
	Tenía 22 años y cocinaba, a mediodía, para uno. Y comía mirando
una silla siempre vacía.
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XXXI - Sí tengo cara de haber roto un plato
y de haber matado a una hormiga.
Y de pocos amigos.
Y de pena. Y de niña.
 
Tengo cara de decepción.
De decepcionar.
De derrotada, de derrotar.
De no saber jugar al Póker.
 
Cara de no haber venido a mi entierro.
 
Cara de haberme plantado
en el altar
solo para ver una flor
en un monumento.

Tengo cara de darla
antes de que a alguien se le olvide
que a una bala perdida
tuvieron que dispararla antes.
 
Y abandonarla después.





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