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17.08.2015

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Hola - Desde la primera y última vez que te vi, he tenido ciertos cambios,
frente a las personas ya no soy igual que antes, mi forma de pensar es
la misma, pero me he encerrado en mi mismo, tengo miedo.

Te tengo miedo a ti, no hay justificación para haberte ignorado, se
que me estoy contradiciendo en cuanto a eso, es que no se cómo hacer
para dejar de sentir lo que en estos momentos siento, te tengo miedo
porque te quiero, realmente te quiero, siento cierta atracción frente
a ti, sentimientos encontrados cada vez que recuerdo tu nombre, vivo
en contante cuestión, ¿ que le voy a decir ? ¿ será que ella lo
nota ? ¿ Tendré algún chance ? esas preguntas, que no he podido
resolver, te tengo miedo, porque siento una vez mas lo que es el
amor….mis experiencias en ese campo, han sido desastrosas, supongo
que también has pasado por eso, no se si seguir aparentando ser duro
como una piedra, o ser yo, el mismo estúpido, cursi y romántico,
aquel de corazón idiota, también tengo miedo a que te vayas, desde
hace tiempo, no acostumbro a ser tan sensible y tierno, como en
ocasiones lo soy contigo, las personas me conocen por siempre sonreír
jaja es algo que no puedo evitar, yo no soy capaz de llorar por
sentimentalismos….aunque eso cambio hoy, y no me arrepiento de haber
sacado lágrimas, te lo diría de frente, pero no soportaría escuchar
mi voz entrecortada, me daría ira, me prometí a mí mismo, jamás
volver a lloriquear o tan siquiera derramar una lagrima, por
sentimentalismos, tener un corazón de acero, esta vez es una
excepción, aquella excepción tiene nombre y apellido: “ Julieth
Tatiana Sánchez “ tu.

No quiero, que me dejes de hablar por esto, tu sabes y te lo dije
desde las primeras semanas, yo estaré aquí, es insoportable concebir
el hecho, de que no te vuelva a sacar una sonrisa, he hecho pocas
cosas que valgan la pena, en estos 18 años de vida, pero entre las
pocas que he hecho, considero que hacerte sonreír es una de ellas.
Quisiera pero no puedo pedirte lo que se que no es posible, aquel día
que te vi, a la hora de despedirnos, mi cuerpo quería abalanzarse y
darte un fuerte abraso, mi corazón se quería salir del pecho, y mi
mente deseaba correr lo más lejos posible, lejos de allí, creo que
al final ella gano, me fui, con las ganas de abrazarte y decirte lo
que hoy en estas líneas virtuales te digo: ¡ Te Quiero ! sabes algo,
valió la pena insistir tanto, por verte sonreír.

Solo te pido, que de mí no te alejes…



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