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23.04.2011

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GeekVeterano Nivel 3

puntos 58 | votos: 66
Parece que no te has ido - cuando encuentro nuestros nombres. Los que escribimos hace años
por las calles de nuestra ciudad.
puntos 14 | votos: 14
Vago, por hacer el vago, - por los altos picos del mundo, pisando los relojes que marcan lo mucho
que os odio. 
Me siento preso de las flores que se abren al salir la Luna, de la
sangre que corre y me desgasta el corazón, del medir los besos en
metros, y no en horas.
Absurdo, todo es absurdo, como el sol frío y azul que ilumina mis
mañanas. El lento trabajo de las termitas acabará con el derrumbe de
mi cerebro.
puntos 8 | votos: 8
Afecto suicida - Sopla el viento y no está de más, si se lleva consigo los besos
equitativos, la sentencia de muerte de lo que pudo haber sido y no fue
jamás. Sopla el viento y no está de más, alzaré la veleta y me
volveré esquivo, y si me lleva consigo, puede que te olvide o no lo
haga jamás. Sopla el viento y no está de más, si se lleva consigo
la marcha fúnebre de adioses y a los puntos suspensivos del después
del querer; de lo que pudo haber sido, pero nunca jamás será.

Tocará enmendar tantos te quiero y encarcelar aquellos luceros que se
atrevan a colarse a través de las persianas. Y hacer testigo a los
recuerdos, de lo que pudo haber sido y...
puntos 13 | votos: 13
A medida que crecemos, - aprendemos que la única persona que se supone que no te fallará
probablemente lo haga. 
Vas a tener el corazón roto y tú romperás otros corazones. 
Tendrás que luchar con tu mejor amigo, 
incluso puede que te enamores de él 
y te olvidarás de que el tiempo pasa volando. 
La vida viene sin garantías, 
no hay tiempos muertos, no hay segundas oportunidades. 
Sólo tienes que vivirla al máximo, 
decirle a alguien lo que significa para ti o rechazarlo. 
Hablar claro, ser sincero y quedarse con convicción.
 Y nunca olvides de dónde vienes, 
porque cuando lo haces es un largo camino a casa.
puntos 9 | votos: 9
Quedar atrapados - en el eterno verano, 
que las guitarras acústicas nunca dejen de sonar,
 que nuestros sueños e ilusiones no sean devorados por la rutina, 
que nuestros ideales no se tornen en conformismo, 
que el volumen de los altavoces no disminuya, 
vamos a brillar.
Y, qué coño, estoy hablando en nombre de una generación 
a la que se le ha arrebatado la jodida esperanza 
de un avance en su futuro.
 La generación que se rechaza a sí misma por lo que representa, 
llena de indiferencia y una asombrosa falta de sentimientos. 

La verdad, me da igual todo eso, 
es que no quiero formar parte de una masa deshumanizada
 que aunque supiese cómo divertirse 
no tendría la posibilidad de hacerlo.

puntos 9 | votos: 9
¿Nos tiramos? - Puede ser muy peligroso. Suicida, diría yo. ¿Estás seguro? 
Disculpa, ¿tú crees que la seguridad es lo más importante aquí? 
Es un abismo, no un trampolín. No rebotarás otra vez a la cima. 
Es lo que tú quieres que sea, puede ser el Limbo o el mismo Infierno.
Es la perdición. 
Es decir, ¿no te perderías conmigo? 
Para toda la vida, lo juro. 
No. La vida acaba aquí. Vamos a ser libres. 
La felicidad nos pisa los talones, corramos de ella, que sufra, 
que sufra como cuando nosotros la buscábamos. 
Me da igual. Es banal, sólo necesito tu calor. 
Sé quien eres realmente y salta. 
¿Ahí? ¿Al vacío? 
No, a tu profundidad. Busca tu agujero negro, sumérgete, goza y vive.
Atrévete a ser tú mismo, a ser quien tu interior lucha por mostrar. 
Las murallas internas se rompen sólo con girar 90º, 
inventando un nuevo camino. 
Tu rumbo. Nuestro rumbo. 
Tírate y déjate llevar por el vacío de mi interior. 
Hazlo tuyo. 
Hazlo explotar. 
Hazlo.
puntos 15 | votos: 15
Nuevo día. Nuevo amanecer... - Reinó un vomitivo silencio.
Ya no era admitida ninguna clase de consuelo.
Sólo deseaba contemplar aquellos ojos...
Unos ojos que ahora yacían muertos.
No le exigía tanto a la vida.
A cambio ésta, 
le cobijó en una maldita pesadilla.
En esa mirada inexistente.
Tan vacía...
Que lo fulminase de la misma forma 
en que le fue arrancada la vida.
Otro día más... 
Amanece.
Ese ensordecedor silencio.
Contemplando unas manos tan vacías,
como las mismísimas entrañas que le arrancaron 
en el intento de apagarle la única llama que poseía.
No visualizaba un cielo cargado de oportunidades,
ni encontraba en un agotado razonamiento explicaciones.
Ya no era el mismo cobarde. 
Su osadía se hizo más que latente.
Su error... Entregarse en cuerpo y alma, entero...
Y esa herida... 
¡Esa jodida herida!
Le estaba quemando tanto su interior...
Lo abrasaría vivo por dentro.
Otro día más. 
Amanece...
Reinó ese ensordecedor silencio.
Joder... 
¡Cómo duele!
Ser engañado por la misma vida,
sentir cómo le apuñala, despacio y sin pausa.
Ver cómo sus ojos tan cargados estallaban en silencio,
mientras se le clavaba esa fría e inerte mirada,
que le atravesó sin piedad todo su cuerpo.  
Sin nada en absoluto que decir. 
Mucho menos por explicar.
Tan sólo un vago recorrido 
por esas venas que se congelarían.
Adentrarse en otra pesadilla.
Esas pesadillas que van marcando alma tras alma 
engulléndose cada rostro
y que nos muestran día tras día sin cesar,
el lado más cruel y duro a soportar de esta vida.
Y otro día más... 
Amanece.
Reinó ese ensordecedor silencio.
Los primeros rayos de sol... 
Ardían sus ojos. 
Llegó a verlo.
Siempre supo que estaría allí.
No quiso contemplarlo más.
Estaba tan abrasado por dentro
que él mismo quiso hacerlo.
Se calcinó vivo, 
para no volver a soñar con aquella mirada vacía e inexistente
tan clavada en lo más hondo de su pecho.
Reinó el silencio.
Eterna noche. Ya no amanece.
El dragón negro
guardaba en su corazón un único deseo. 
Desplegar su alma mientras acariciaba el cielo, 
 volando junto a las alas del viento.
puntos 8 | votos: 8
Domador de montañas purpuras - cayó, pero jamás murió
caminante por caminos de piedras duras
se fue y nunca se despidió. 
Sus musas aún sueñan con sus poemas
palabras que vuelan como plumas sueltas
sentimientos que ojalá estuvieran entre sus piernas
era amante amamantado sin dueñas. 
Acompañante de Platero 
predicando  miles de sueños robados,
maestro de oscuros corderos.
El hastío de su alma nos dejó helados
como un genio loco y borracho 
embriagado sólo con sus pecados. 
En las orillas del Duero aún no ha muerto
dejando un rastro de sangre roja 
el poeta más tierno, el poeta de las manos de hierro 
aquel que escribió esta triste oda. 
Y anoche cuando dormía besaste mis sueños 
dando celos a mis dulces pesadillas 
presagiando el más duro de los duelos
viajando sólo en viejas idas. 
Vecino de las sucias hojas caídas 
cansado de sueños malos 
creando parábolas muy finas. 
Tu último viaje no será en barco 
la brisa te mece y ya no sientes
todo lo que fuiste, Antonio Machado.
puntos 168 | votos: 172
Lo más jodido - del olvido son las mariposas que se niegan a morir de frío.
puntos 4 | votos: 4
Llegué a casa. - Olía extraño, el pomo estaba medio ensangrentado, pero pude superar
la sorpresa inicial y seguir para adelanté, adentrándome en mi cama
aunque me sintiera asustado. Crucé el umbral y miré el espejo,
estaba escrito algo en un extraño color rojo. Gracias a mis pequeños
conocimientos de islandés, pude saber que ponía no podrás escapar
de mí. La situación se hacía más rara por momentos, seguía sin
saber qué estaba pasando, me asomé por todas las habitaciones y solo
vi rastros de sangre en la última, en la habitación de mi hermana;
aquello hizo que me sobrecogiera, que me temiera lo peor. Pero no
había nada, estaba todo normal exceptuando los restos de sangre y un
pintalabios caído. A punto de llamar a la policía, oí un golpe
dentro del armario. Lo abri, y ella estaba allí, muerta. Sabía que
no llevaría muerta ni una hora, pero al verla sentí infinidad de
sensaciones, y una de ellas, distinguí que era alegría. Alegría
igual porque ayer me había robado una moneda o porque era mi
fantasía sexual desde pequeño. Vivíamos solos desde que mis padres
murieron apuñalados en un callejón detrás del Hotel Morrier. La
posé sobre la cama, y lentamente y con una dulzura nunca vista en
mí, me la follé con mi polla tamaño vía ferroviaria y con sus
venas como troncos de lechuga. Tras media hora, decidí que era mejor
quitarme su sangre de todo mi cuerpo y enterrar su cadáver por mí
mismo, mejor que fuera una desaparición a que se me volviera a
relacionar con un asesinato. Por la noche la metí en el coche, en los
asientos traseros, y la llevé a un descampado; el olor de desprendía
hacía que toda la calle nos mirara, pero yo no hacía sino aumentar
la velocidad. Cuando llegué al punto donde debía estar por toda la
eternidad o hasta que levantaran el suelo para hacer obras, me puse a
buscar un grupo de piedras afiladas y cavé debajo. Tras quince
minutos logré ver la cabeza de mis padres, y supe que había llegado
el momento de lanzar a mi hermana.

puntos 3 | votos: 3
Varúð - Día 14, 6.11
Me despierto repentinamente. Ya sé lo que le falta a este piso para
que sea un verdadero hogar, pero, ¿encontraré a alguna chica
dispuesta a compartir mi vida?

Día 15, 15.00
Tras estudiar el tema, a efectos metodológicos, decido agrupar las
dificultades en: a) biológicas, b) psicológicas y c) prácticas.
Todas se me antojan insalvables.
 
Día 15. 17.05
Adquiero el calendario Playboy y lo subo a mi piso escondido en la
americana.

Día 15, 17.15
Me pregunto si la peculiar anatomía de las señoritas que aparecen
fotografiadas les permitiría soportar una presión de 900.000
atmósferas.

Día 15, 19.00
Pregunta: ¿Cuándo debe un caballero respetar a una dama? Respuesta:
Cuando a ello la hagan acreedora sus cualidades morales, su condición
social, su decoro en el vestir y su higiene personal. En los demás
casos, el recurso a la violencia es opcional.

Día 22, 2.52
Mi amigo Gurb me dice no iba a liarme con ninguna, y mucho de menos a
enamorarlas, que las posibilidades de que esto sucediera eran remotas,
y añade con sorna que estaba llevando el asunto fatal.
puntos 14 | votos: 14
¿Quién dijo que una sirena - no podía volar? ¿Quién dijo que la maldad no residía en los ángeles? 
¿Quién dijo que las margaritas no florecen en invierno? 
Acaso fuiste tú quién negó la belleza al mundo.
puntos 5 | votos: 7
Se apagan todos los azules - y grises sonidos que nadan en las espesas nubes que invaden mi rojo
cielo interior, se silencian todos aquellos colores nada vistosos y
muy experpénticos que representan la peluda cola del pavo real, aquel
que quirica todas las noches al amanecer el Sol violeta. 
Saboreo lo poco que queda de tu olor impregnado en el lienzo del que
aún como, sin embargo ya no huelo todas las palabras que por ti
diseñé. 
Sólo recuerdo los inventos que jamás se crearon, aquellos que me
ayudaron a despedirte sin indemnización; canto canciones que no han
sido escritas, todas ellas te las dedico, himnos que te sacaron de mi
mente desorganizada en cajones. 
La marea afresada derrumbó de un plumazo mil castillos de naipes con
cartas de amor, hechas con papeles que nunca una pluma tocó. 
Palabras de miel acartonadas que nunca se escribieron me introdujeron
en el paraíso donde Eva no tiene manzanas ni plátanos que morder. La
ya abatida serpiente camina a dos pies cesando a cada paso su
conversación jamás hablada; sordo muda de sentimientos permanece
ahora.  Al deslizarse por la rampa del destino dejó repletos mis
cajones de falsos recuerdos, que viví todos los días de mi amarga
vida con sabor a azúcar. 
Tus agominolados ojos ya no hacen mella en mí; navegas en un barco
pleno de individuos que abandoné por el dolor aterciopelado de los
alfileres que me clavaron en la sién, derramando el eco de mi sangre
amamantada. Tu pecho nunca más saciará mi hambre sedienta, tus nanas
jamás despertarán mis aturdidos sueños. 

He perdido todos los artilugios que obcecaban mi dulce pesar, atados a
una piedra y lanzados al amelocotonado mar. Barridos con la escoba
verde pasión del monstruo alado. Alejados del viento submarino con un
solo soplido repleto de un amor celeste que ahora me invade. Sólo he
de decir para acabar esta epístola desafinada que has muerto dentro
de mí, enterrado bajo mis oscuros pies, aquí te dejo miedo fiero.
puntos 1 | votos: 1
Sapere aude -
puntos 102 | votos: 104
Maduraron, y la vida comenzó - a tornarse en un color gris al poder verla con ojos menos ciegos.

puntos 71 | votos: 77
Un gran número de personas piensan - que están pensando cuando no hacen más que reordenar sus prejuicios.
puntos 7 | votos: 7
Untitled - ¿Zurcir las heridas o encerrarlas bajo sal?
Abiertas o cerradas
 hay heridas que siempre dolerán.

No hay espesor en muros 
que contengan los mares
que aguardan en mis lagrimales.

Palabras que crecen en zarzales,
llamémoslas verdades,
aunque fuesen mentiras.

La histeria de las noches sin dormir,
adoptó la forma de mi sombra.
¿Y hoy, quién soy yo?
¿Yo o mi sombra?
puntos 83 | votos: 91
Y sé que allí donde estás hoy - no llegan cartas, por eso lo haré a mi manera, me despediré mirando
las estrellas.
puntos 118 | votos: 120
Tú, él, yo. - Los locos que queremos hacer de este mundo, uno mejor.
puntos 17 | votos: 21
Nunca olvides tú - pasado. Es tú mejor maestro

puntos 212 | votos: 220
Y ni una sola verdad. -
puntos 13 | votos: 13
Se volvió a gusano, mariposa. - Vio una flor y se acercó. Agazapado se cercioró del tallo cubierto
de espinas. Se fue y la olvidó: -Sucede que temo al doler- Pensó.

Pero al fin y al cabo lo bello, lo esencial, es la flor, no las
espinas.
puntos 113 | votos: 117
Y entonces descubrí que los que - nos hacemos más daño, somos nosotros mismos
con nuestros propios engaños.
puntos 10 | votos: 10
Mil luciérnagas - ¿Cómo es que temes a la oscuridad si está por todas partes?
A tu alrededor... por eso estás ciega y no ves los sentimientos.
Debajo de tus pies... y tropiezas con tu propia sombra. 
Siempre tan torpe.
Entre los mechones enlazados de tu trenza...
y da igual que seas rubia o peliazul, 
porque no cabe la luz detrás de tu melena.
Está incluso en tu estómago. 
Y cuando vomitas, es la oscuridad que quiere escapar de tu interior. 
Dejar de ser ausencia para poder ser una mezcla de color.

Cazaré mil luciérnagas contadas una a una. 
Las guardaré en una caja enorme 
y la envolveré en papel de regalo 
con estampado fluorescente y luces de neón. 
Le pondré un lazo amarillo, porque odias ese color, 
y le ataré una nota con un cordel.
Felicidades
Por tu cumpleaños te sorprenderé. 
Me verás con esa caja enorme y me preguntarás qué hay dentro.
-Mil luciérnagas.
-¡No puede ser!
-¿No te lo crees? Pero, ¿por qué?
-¡Será una broma!
-Y me llamas mentirosa…

Te daba miedo la oscuridad. Eso decías siempre.
Y en tus ojos se reflejó una intensa llamarada. 
La caja de luz en llamas.
Fuego le prendí. Fuego, para que ardiera el pasado. 
Para quemar tu miedo.
¡Y qué imagen más bella! 
Poesía y desolación en una misma frase.
Solo quedaron cenizas.
Y bajo las cenizas… más oscuridad.
puntos 17 | votos: 17
en la brevedad de los días -

puntos 114 | votos: 128
Los sentimientos son demasiado - grandes para caber en un concepto, y nuestros problemas muy complejos
para explicarse en un simple texto.
puntos 8 | votos: 8
... - Simplemente ya no espero nada de nadie. Ni bueno ni malo. Estoy
decepcionada, sí; con los demás, sí; conmigo, también. Y es que
este enorme vacío lleno de ecos hace que mis ojos se llenen de
lágrimas, me inunda, me desvanece.
El tiempo pasó y con él las supuestas malas rachas y continúa
pasando. Pero ya no me importa, ya no me importa hacerme daño y
autodestruirme. Me da igual. Ya no me importa nada, ya no me importo.
No creo en mí. 
Ya ni me echo de menos.
puntos 15 | votos: 15
Si no te gusta la persona que eres, - reinvéntate. 
Como cuando dibujas a alguien desnudo.
Dibujas tus deseos, reflejas cuerpos ajenos. 
Atractivos cuerpos ajenos que te gustaría tener. 
Cuerpos que te hacen sudar, contoneos de caderas que son puro sexo.
Cuerpos que te follarías sin parar, todo el día. 
Fóllate a ti mismo hasta que te sientas realizado. 
Tú decides.
puntos 11 | votos: 11
Aún queda tanto por vivir, - tantas cosas por hacer... aunque pesen los fracasos.
¿Cuántos veranos perdí buscando aquella canción? Siempre estuvo en
tu regazo.
Nuestro error nunca fue amar como si el jodido Mundo acabara en
nuestro abrazo.
Que nadie te haga pensar que no fuimos los mejores
puntos 11 | votos: 11
Y entonces murió. - Pero murió como él quería, con los ojos cerrados y el corazón
abierto, y claro que era especial, debido a que él era él y los
demás eran diferentes.

puntos 19 | votos: 21
Yo caminaba sin alas - y tú caminabas sin pisar el suelo.
puntos 125 | votos: 133
Los caramelos se convirtieron - en cigarros, los refrescos en cerveza, las bicicletas en coches y los
besos en sexo.
puntos 117 | votos: 119
Todos alguna vez fuimos amores - pasajeros, de trenes que no iban a ningún lado.
puntos 4 | votos: 4
- - La pequeña va creciendo ante mis ojos, transformándose en una
hermosa joven de cabello miel alborotado y de ojos de avellana.
Sin dirigirme una palabra, flota hasta la orilla del mar. 
Sigue más adelante. No me sorprendo cuando no se hunde, todo en ella
tiene un aire mágico... Un aura especial. 
Vuelve a mí y se planta muy cerca. 
Bajo la tenue luz de la luna, parece una preciosa hada del bosque.
 Mi chica mágica. Está tan cerca que puedo oler el perfume de su
pelo, tan dulce, tan besable. Huele a casa, huele a aventuras,
a puro sexo angelical. 
Huele a mí, a la parte de mí que es de ella. Con una sola mirada,
arrancó un pedazo de mi corazón que ahora le pertenece de por vida.
Ahora y para siempre. Su mirada se encuentra con la mía. 
La mía transmite devoción y amor, la de ella me llena de
tranquilidad, de algo más allá del amor.
 Roza con su mano mi mejilla y estoy a punto de perder el sentido.
Quiero tomar sus delicados dedos y besar uno por uno. Lo intento.
Desaparece antes de que pueda hacerlo.
 La veo sentada con una mirada triste en la arena. 
Esconde un poco más su rostro y lo oculta con su cabellera.
Me acerco. Ella se levanta y se aleja al mar.
 La sigo, ella huye. 
Corro detrás de ella. 
La escucho llorar. 
Mi vida corre delante de mí. 
Veo su túnica blanca pegarse a su perfecta figura cuando se sumerge
un poco más en el mar. Intento decirle que no se vaya, 
pero mis palabras se quedan atascadas. 
Se da la vuelta y me mira. Está llorando. 
Quiero besar las lágrimas que corren por su hermoso rostro. 
Sigue estando tan preciosa... Tan pura.
Alza una mano hacia mí. Me acerco lentamente. No huye. 
Acerco mi mano a la suya. 
Nuestros dedos se tocan y siento un escalofrío por todo el cuerpo.
Siento placer, me llena de vida. 
Se acerca a mi boca. Sus labios rojos y entreabiertos 
piden ser mordidos. Piden ser besados. 
Quiero hacerlo, necesito besarla. 
Sus labios rozan los míos. Éxtasis. 
Pero...
Se ha ido. 
Mi chica mágica se ha ido.
puntos 137 | votos: 137
Y aún así, decimos - que la distancia no importa.

puntos 8 | votos: 10
He roto la foto más bonita del mundo - y media sonrisa de dientes de leche se ha descosido (y yo con ella).
puntos 7 | votos: 7
Vivimos atrapados -
puntos 1041 | votos: 1259
los individuales - acabarán por destruirla.
puntos 5 | votos: 5
Vivo en pie de guerra - con todos y con todo. Mi propia casa es territorio hostil, lleno de
enemigos preparados para arrancarme algún miembro mientras me
defiendo de otro ataque. De noche me escabullo de mi trinchera y salgo
a correr. Dejo que el frío viento de diciembre me desgarre la
garganta y me alejo de la guerra soñando que pronto podré dejar mi
vida atrás. Lo más cerca que he estado de sentir algo ha sido ayer,
cuando un coche casi me atropella. Y no fue miedo, precisamente. Fue
alivio. Un final perfecto. Va a ser el final perfecto.
Mis zancadas son menos constantes. Dejo de correr y me tumbo en medio
de la carretera a mirar el cielo. Después de unos minutos, se me
acerca un hombre de unos cuarenta o cincuenta años. Me ofrece veinte
euros por una paja. Le digo que no soy gay y me ofrece treinta. Lo
miro, y simplemente no se me ocurren razones para no hacerlo. Ni
razones para hacerlo. Decido que me da igual y le digo que sean
cuarenta. Acepta y nos vamos a su coche. Cuando acabo, tengo la mano
llena de semen de un especimen poco prometedor. Me ofrece un pañuelo
y me quito la masa pegajosa de mi mano. Su miembro flácido sigue
fuera y pienso en cuán divertido sería si alguien se lo cortara.
Salgo del coche y empiezo a correr a casa. Me ahogo. Las lágrimas y
el esfuerzo físico no ayudan a estabilizarme.
En la puerta me espera mi padre. Tengo tan pocas ganas de nada que no
veo motivos para ocultarle algo.

Me he vuelto a equivocar. La desesperación sustituye al miedo, pero
no elimina mi vergüenza. Ya nada es divertido. Cojo mis cosas y me
voy. Me han echado de casa como un castigo. Pero al castigarme, no soy
yo el que sufre. Yo soy el cabrón egoísta que disfruta de su dolor.
Y me da miedo que ya no me importe más.
Estoy al borde del abismo. Me asomo una y otra vez. Parece fácil. Lo
es.
Con lágrimas en los ojos se me ofrece una vida mejor a cambio de eso,
de mi vida.
Acepto.
puntos 143 | votos: 153
Seguro sabrá respetar - cosas más importantes en la vida.

puntos 4 | votos: 4
Sus pupilas han gastado ya sus - amargas y tiernas notas en buscar una diversa canción que les alivien
del inmenso recuerdo de la sinfonía de aquellos ojos verdes que hasta
los pájaros amarillos aprendieron a tararear. 
No quiere, ni puede, seguir permitiendo que sigan recitando en
conciertos y teatros aquella hermosa, pero siniestra canción que
perturba sus sueños jamás dormidos .
 El eco de sus pestañas de mariposa resuenan en la eternidad del
espacio que es su memoria, la fragante nota continúa de aquellas
lágrimas azules y violetas ha dejado un significante vacío en
aquella partitura que empezaron a compartir. El pentagrama a medio
romper que un día crearon, hoy corrompido por los amargos aullidos de
la desolación que ocasionó la muerte de su gran amor.
puntos 7 | votos: 7
Dejaron de ser invisibles - Provocaron la alteración de tu mirada.
Y a los ojos te miran...
Sabes que ellos nunca entenderán nada.
Recorriendo la inocencia de un rostro,
impasibles desde su llegada.
Golpeando el suelo,
sonidos sordos que de repente 
se convierten en susurros ensordecedores.
Quieres y no puedes abrir la puerta,
buscando el alivio que por fin deje cada golpe
en una zona neutra, una zona muerta.
Una zona donde no alcancen sus miradas... tu mirada.
Notas una suave brisa en tu cara,
deseas que el aire despierte y seque las vías
de aquellas que impasibles caen una a una... y bajan... y bajan...
Hoy... ha salido el sol,
sin llamar a tu puerta se cuela por tu ventana.
Dudas en si invitarle a entrar
o echarle a patadas bajando la persiana.
Y te das cuenta al acercarte,
que ese sol forastero que osa colarse en tu casa
te da el calor que tantos y tantos
te van arrancaron del alma.
Sientes que te alivia de ese maldito frío,
que impasible endurece cada uno de tus poros.
Y ese calor que en tu piel deja 
te recuerda que todavía estás vivo.
Y aceptas el único abrazo que la vida te brinda,
y dejas que te abrigue y te ciegue,
y deseas dormir a su lado sin que nadie te moleste.
Dejaron de ser invisibles.
Abres la puerta.
Notas una suave brisa en tu cara.
Hoy... ha salido el sol.
Déjale que te abrigue... que te ciegue.
Por un momento disfruta y no olvides...
¡No abras hoy a nadie más esa maldita puerta!
puntos 121 | votos: 127
Cuando te pregunten por tu pasado, - responde que ya no vives ahí.
puntos 188 | votos: 202
Para mi - El amor debe ser como el café , a veces fuerte, a veces dulce, a
veces solo y otras acompañado, pero nunca debe estar frío.
puntos 70 | votos: 142
Lo mejor es despertar, abandonar - y aceptar que sólo eres uno más.

puntos 20 | votos: 20
Quemarán hoy sus alas; - les da igual no poder volar mañana
puntos 9 | votos: 11
[...] - Todo lo que pasamos juntos viene a mi mente mientras dejo que las
llamas consuman lo último que queda de nosotros. 
Una lágrima traicionera cae por mi mejilla, y como si de un soldado
de reconocimiento se tratase, rápidamente tiene lugar una invasión. 
Es de noche y lo único que me acompaña son un montón de canciones
sin nombre. La banda sonora de mi patética soledad no tiene
esperanza, no hay ni un hálito de calor en ella. 
No es reconfortante. No ayuda. 
Las llaman se tornan azules mientras veo tu cara derritiéndose junto
a algún regalo de San Valentín. 
En un momento titubeo y flaqueo. Siento la necesidad de apagar el
fuego y salvar lo que pueda. De tirar un cubo de agua y llorar con las
cenizas en mi mano. O de dejar que el fuego me consuma a mí.
Millones de canciones vienen a mi cabeza y todas se funden con el
crepitar del fuego destruyéndolo todo. 
Entonces, siento frío. Un frío visceral que se extiende desde mi
estómago y que va devorando todo cuanto encuentra dentro de mí. 
Yo no opongo resistencia. 
Ver las cenizas de los últimos regalos es lo que ha destruído mi
castillo de naipes. Pienso en hace dos años. En el cortejo y los
besos. Un suplicio para algunos y un disfrute para nosotros. En su
final. La tormenta salada intenta volver a abrirse paso a través de
mis lacrimales. 
Pienso en él.
Pienso en él callando su placer en mi cuello.
Pienso en él tomando café en mi cama.
Pienso en él hablándome al oído en la azotea de su casa. 
Pienso en él.
Pienso en ti. 
Se ha llevado dos años de mi existencia y lo que me ha dejado ahora
yace en cenizas a mis pies. 
Pero llevo su marca, sus marcas sobre el cuerpo y en el alma. 
El fuego se está extinguiendo y sé que pronto me sumiré en la
oscuridad otra vez. Dejo vagar a mis pensamientos. 
Todo lo que escribo es inconexo. El vocabulario es atrozmente inútil
cuando queremos describir sentimientos. Ya estoy perdida. 
Se le llama la cárcel de los recuerdos, pero en realidad es una
batalla. Yo contra una época mejor. 
No hay posibilidad de que salga victoriosa, no puedo ganar, sólo
minimizar las pérdidas. 
No puedo acabar con esto. No sé si no puedo o no quiero. ¿No es lo
mismo? No he escrito lo que pretendía, no me veo capaz de hacerlo
alguna vez.  Por ahora el fuego ha borrado dos años de felicidad.
Pienso en cuan útil sería utilizar ese mismo fuego en mi memoria.
Todo ardería equitativamente y entonces, sólo entonces, podría
seguir con mi vida, ¿no?
puntos 217 | votos: 231
Quiero una educación - que enseñe a aprender y no a aprobar.
puntos 11 | votos: 11
Diciembre ha llegado... - He aprendido de mala manera que beber y comer no es lo mismo que comer
y beber. 
Mierda, el orden de los factores sí altera el resultado. 
Falsas matemáticas. 
He empacado lectura para un mes, el portátil, pijamas y algo de ropa.
Da igual, me voy a pasar el día durmiendo bajo un árbol.
Mi estómago encharcado de bourbon 
me las hace pasar canutas todo el viaje. 
Mi padre está concentrado en no matar al gilipollas que va a 80 
y le digo que hubiera preferido pasar otra noche en urgencias antes
que pasar un mes con los retrasados estos y sus hijos. Le duele.
 No dice nada y subo el volumen más de lo habitual. 
Me lo concede y gano esta pequeña batalla.
 Si le pidiera conducir seguramente me dejaría. El pobre cree que
cualquier cosa que agrave mi malhumor y antipatía equivale a darme un
bote de pastillas y vodka para suicidarme. 
No se equivoca, pero me aprovecho de la situación. 
Mi antigua casa está llena de familiares jodidamente fértiles y toda
su ralea. 
Comparto la (MI) habitación con tres críos ruidosos que buscan mi
atención y aprobación.
 No les concedo ninguna de las dos. Los ignoro y me voy a la ducha.
 En la ducha hay un bicho. Una araña de un tamaño considerable y
considerable es también el asco que me da. No va a salir de la ducha
por sí misma, así que voy a ayudarla. No pienso matarla, no es mi
estilo. Abro al máximo el grifo y veo a la araña luchar contra la
corriente, pero al final es devorada. No la he matado, ha sido ella
por estar en la ducha. Por no ser lo suficientemente inteligente como
para salir de ahí. Además, no está muerta. 
Está por algún lugar de las tuberías. 
Me meto en la ducha y me quedo hasta que mis pies y manos se parecen a
un pasa. 
Me duele la cabeza y tengo una guerrilla en el estómago. 
Me salto el turno de cenar de los niños y evito el de los adultos 
como si de una enfermedad se tratase. 
Estoy solo en mi habitación y escucho trozos de la conversación que
están teniendo abajo. 
Por décimo quinta vez repiten eso de Hemos invadido vuestra casa.
Pues sí, cabrones, lo habéis hecho. 
La resaca y las horas harán su efecto y yo podré conciliar el
sueño. Hasta que los niños vengan a molestarme, y yo seguiré
pensando en lo tentador que parece una noche de urgencias en
privacidad.
 Están ocupando mi espacio humo y reflexión.
 Joder, ni privacidad para una paja tengo. 

...y la Navidad me sigue disgustando.
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Sí existe la manera de - hacer el amor a larga distancia, se llama poesía.





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